Saludos de Reflexiones.


El silencio nos indica la ausencia de palabras, ruidos, música, o cualquier otra cosa que escuchemos. El silencio puede ser la entrada a un mundo mágico, equilibrado, tranquilo, agradable, salvaje y listo para abrir sus secretos. El silencio es el espacio en el que podemos acceder a la presencia de Dios, de Cristo Jesús y del Espíritu Santo, donde sus voces se deja oír, Salmo 37:7  “Guarda silencio ante Jehová, y espera en él”. El silencio trasciende cuando nos sentimos abatidos, destruidos, desconcertados y ante la ausencia de respuestas en la vida.  En ese sórdido momento, en el que todo el espacio físico desaparece como si fuera ficción, surge la paz, la tranquilidad, el aliento, y un inmenso reposo para nuestra alma. El silencio nos invita a reflexionar, a examinarnos y a buscar en lo mas recóndito de nuestra vida. Pero también es el momento para revisar nuestra relación con quienes nos rodean y con Dios.


Busca un lugar tranquilo, donde no encuentres ruidos, haz silencio; cierra tus ojos, y abre los de tu corazón,  y deja que el silencio de Dios te toque por un instante, para que descubras que tan maravilloso puede ser el silencio de lo alto.


[box]El silencio es una de las mayores ayudas para el desarrollo del alma y debe ser practicado, por lo tanto, por el aspirante en su casa, en su conducta personal, en sus paseos, en sus hábitos y, por paradójico que parezca, hasta en su conversación.


Max Heindel[/box]


[audio mp3="http://reflexionesdefe.com/principal/wp-content/uploads/2012/06/alexis-el-silencio-modifacdo.mp3"]

0 comentarios:

Publicar un comentario