En dos cosas se experimenta la salvación, la primera donde el hombre debe cooperar en un esfuerzo sincero de arrepentimiento: la segunda en la fe, ya que animado de esos sentimientos reconoce y declara la necesidad de la obra salvadora. Ambos actos humanos deben ser una convicción personal á la promesa de Dios quien nos ofrece de manera gratuita y por merito de nuestro Señor Jesucristo la salvación, el perdón de los pecados y la justificación. El escrito que les quiero contar es una de las historias que pasan inadvertidas ó que las ponen á un lado en las enseñanzas del Las Sagradas Escrituras cuando se hablan con frecuencia de la fe salvadora.
La historia de Rahab es un testimonio de la gracia e infinito amor de nuestro Dios.
Rahab cuyo nombre es un adjetivo en hebreo que significa ancho o extenso salvó a los dos espías de Josué (Josué 2:1-23), acertadamente reconoció quien era Dios; y se acogió a la misericordia de Él, con sincero arrepentimiento y fe, fue perdonada y salva, recibiendo la bendición de la justificación (Stg. 2:25)
Rahab vivió en Jericó. Su casa tenía un lugar estratégico. Desde allí podía observar desde la ventana de su casa la cual está sobre la muralla que Israel marcha hacia Jericó porque Jehová le ha dado la tierra de Jericó, y ha sentido el temor de Jehová que ha caído sobre el pueblo (Josué 2:9). De allí, también observaba a los soldados y sus rutinas diarias. Además, debió saber con exactitud, que se tardaban tres días en hacer sus recorridos y donde ellos no se aventuraban a vigilar. Sabía donde podía esconder a los espías israelitas, por obvias razones, conoce su gente, sus calles, sus bulliciosos mercados, sus tiendas, entre otros. Por lo que pudo percibir con mucha facilidad los movimientos de los que querían atrapar a estos espías.
Siendo las cosas así, los espías parten de Setim=acacias, que comúnmente era llamado Abelsatim, a unos once kilómetros y medios al este del jordán. Desde cierto punto (Abarim) los israelitas pudieron contemplar las extensas llanuras, pero no con precisión a Jericó, les importaba además tener conocimiento concreto sobre todo de sus fortificaciones y las posibilidades de tomarla. Jericó se encuentra a unos 25 mts. bajo el nivel del mar. En un promontorio alargado conocido como Tell es-Sultán a unos 19 Km. del mar Muerto sobre el lado occidental del valle del Jordán. Sin duda que el papel de Rahab fue fundamental para la jornada de estos espías, la cual tenían como misión reconocer y explorar la tierra que Dios les había dado como heredad.
En otro orden de ideas, La Biblia es muy clara y no disfraza la verdad, la describe como una mujer prostituta, y como es sabido todas las prostitutas son las grandes olvidadas de la sociedad. Si estaba conciente o no de su oficio no lo sabemos, o que quizás le sucedió como a muchas mujeres hoy día, que se sienten atrapadas sin más opciones para mantener a su familia. De lo que si podemos estar seguro es que anhelaba una vida mejor, ya que su tierra estaba inundada de violencia y actos degenerados, de incestos y bestialismo (Levítico 18:3,6, 21-24). Las atrocidades se debían en gran parte a la religión pagana. En los templos se fomentaba las prostitución ritual, y la adoración a dioses como Baal y Mólok que exigían el sacrificio de niños vivos.
Si bien es cierto que no todas las historias bíblicas tienen un final feliz, por la desobediencia del hombre, hay historias que sin duda nos llegan al corazón, porque demuestran cualidades que hacen a un hombre o mujer grande. Y también porque nos llenan de esperaza de que realmente existe un Dios, Todopoderoso, fiel, justo y amoroso con sus hijos.
Después de haber estudiado algunas otras historias bíblicas no me queda más que decir, que Rahab es una historia inspiradora, en ella encontramos la grandeza de la prudencia. Esta virtud depende toda del ánimo, de los sentimientos y del juicio, porque debemos evitar la precipitación y a la vez, la pereza. Por eso ella se anticipo a esconder a los espías ante que llegaran los soldados del rey. Como también pudo haber encontrado otro lugar menos comprometedor para su vida. Pero bajo la presión del momento, Rahab tuvo que elegir. Al igual que nosotros, en algún momento de la vida estaremos frente a un dilema de en un momento u otro, ¡evidentemente! Y poder sentir que no hay solución, pero gracias a Dios que Él no exige que nuestra respuesta a tales situaciones sean siempre perfectas. Solo nos pide que confiemos en Él haciendo lo mejor que podamos hacer, lo demás lo hace ÉL.
“Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros”…”hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los”…”Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.” [1]
La grandeza de Rahab reside, en que apelo a la misericordia de Dios “Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre…13y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte”. [2]
Hoy día Jesús nos ha dado la suficiente confianza de adorar a ese mismo Dios, poderoso y hacedor de milagros.
Por ultimo, en su condición demostró ser una mujer estratega. Conociendo su territorio orientando a los espías para que no fueran capturados: “Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino.”[3]
Me agrada en este punto hacer mención de donde proviene la salvación “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.[4] ¡Increíble, cierto! Rahab oyó de Dios y de su increíble poder, y posteriormente se casó con Josué.
En mi opinión, considero que la mayoría de nosotros juzgamos a los demás por las apariencias, y aquí radica la enseñanza sobre Rahab. En este sentido comienzo mi reflexión diciendo que Dios no se deja engañar por las apariencias, nunca hemos de creer que por aparentar devoción, o que ocupemos grandes puestos en la iglesia entre otros, o frecuentar el templo seremos los únicos salvos.
Dios no esta viendo la apariencia de ti ni de mí, si no lo más profundo de nuestros corazones. Él no se deja engañar porque sabe lo que hay dentro, sabe si nuestros corazones son unos corazones contritos y humillados. ¡Jamás juzguemos a alguien solo por las apariencias!, Cristo no hizo acepción de personas antes bien a todas las recibió y más aun, con amor.
[1]Reina Valera Revisada
(1960). 1998 (Jos 2.9-12). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
[2]Reina Valera Revisada
(1960). 1998 (Jos 2.12-14). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
[3]Reina Valera Revisada
(1960). 1998 (Jos 2.16-17). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
[4]Reina Valera Revisada
(1960). 1998 (Ro 10.17). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Saludos de Reflexiones de Fe
En la
historia del pueblo de Dios encontramos a muchas mujeres haciendo obras que
cambiaron el rumbo de los acontecimientos, de modo que podemos aprender mucho de
ellas al estudiarlas.
Mujeres
extraordinarias que creyeron y confiaron
en Dios. Por eso, y por muchas razones más, me parece justo rendirles homenaje.
En la
Biblia encontramos mujeres que dan testimonio de sus acciones, por ejemplo en
Génesis apreciamos a Eva, cuyo
nombre fue dado por su esposo luego de la caída, después Dios al hablarle de su
simiente le dijo “con dolor daría a luz a los hijos” “Eva era la madre de todos
los vivientes”. (Gen 3.20). Eva fue al final de toda la
creación y la encarnación viviente de la gloria de la humanidad. (1 Corintios
11.7).
Sara, esposa de Abraham, siendo ya anciana y estéril milagrosamente dio a luz a Isaac, cumpliéndose la voluntada de Dios (Génesis. 12) respecto a la descendencia de Abraham. Sara es la única mujer en la Biblia a la que Dios habla directamente. Fue una mujer extraordinariamente inteligente y con un don profético al cual el mismo Abraham admiro, escuchándola en todos sus consejos.
Rut, gozaba de un amor hacia el prójimo significativo, vemos como ella no abandonó a su suegra (Rut 1: 16 al 19), sino que la acompañó hasta el final diciéndole “dondequiera que tu fuere, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré, tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tu murieres, moriré yo.
Sara, esposa de Abraham, siendo ya anciana y estéril milagrosamente dio a luz a Isaac, cumpliéndose la voluntada de Dios (Génesis. 12) respecto a la descendencia de Abraham. Sara es la única mujer en la Biblia a la que Dios habla directamente. Fue una mujer extraordinariamente inteligente y con un don profético al cual el mismo Abraham admiro, escuchándola en todos sus consejos.
Rut, gozaba de un amor hacia el prójimo significativo, vemos como ella no abandonó a su suegra (Rut 1: 16 al 19), sino que la acompañó hasta el final diciéndole “dondequiera que tu fuere, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré, tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tu murieres, moriré yo.
Abigail, era una mujer sensata, agraciada, inteligente, hermosa. Ella intercede ante David por la vida de su esposo Nabal salvando así su vida.
Ester era huérfana, gozaba de una belleza
extraordinaria, inteligente, prudente, fue elegida e instalada en el palacio en
calidad de reina, ella intervino para salvar a su pueblo.
Asimismo encontramos la historia de Rehab en Josué 2, Raquel.
En el nuevo Testamento tenemos ejemplos como Dorcas una mujer bondadosa de Jopé, Elisabeth madres de Juan el Bautista, Marta llena de hospitalidad, energía, con conocimiento espiritual, María con características como sumisión, fe y piedad, confianza y amor maternal, Eunice entre otras.
La mujer ha sido privilegiada por Dios, es la única que puede llevar en su vientre a una criatura, alimentarla, cuidarla de que todo este bien durante nueve meses, ¡esa es la mujer¡ para lograr ese fin es importante que ella se una a su esposo para ser una sola carne, como dice la Palabra de Dios: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a y su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.[1]
Como un ser somos cosas finitas y
ensimismadas, fabricantes en lugar de creador. De modo que, para crear debemos
ponernos por encima de nuestra individualidad y de ese modo hacer real nuestro
ser divino.
Creo
que por las circunstancias por las que estamos viviendo las mujeres están ante
el desafío de ser muy parecidas a las ya mencionadas, por ser hijas, hermanas,
amigas, esposas, madres, trabajadoras, estudiantes, profesionales, capaces de
luchar por el bienestar de la familia, siempre con las manos abiertas para
ayudar al necesitado. Mujeres extraordinarias, capaces, inteligentes, sabias,
virtuosas, consejeras, amorosas, llenas de fe, confiando en el Dios vivo que
todo lo puede, con determinación que hacen la diferencia en esta sociedad.
Por todo lo dicho, iremos explorando en futuras entregas la vida y obra de las mujeres prominentes que hicieron historia en la Biblia.
John Wyclif c. 1320- 1384, teólogo inglés que defendió la autoridad de la monarquía contra las pretensiones romanas y propugnó la secularización de los bienes eclesiásticos. Enseñó teología en Oxford, donde redactó una Summa eclesiológica, impulsó la traducción de la Biblia al inglés y formó predicadores que anunciaran un igualitarismo religioso y social apoyado sólo en textos bíblicos.
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