La Vid
"Parece que todo lo que se expresa en la Escrituras como finalidad última de las obras de Dios se incluye en las palabras: la gloria de Dios. La gloria de Dios tanto se exhibe como se reconoce, y su plenitud se recibe y se devuelve en el hecho de que sus criaturas conozcan, estimen, amen, se alegren y alaben a Jehová. Aquí se encuentra la emanación y la reemanación. El resplandor brilla sobre la criatura y en su interior, y es reflejo de regreso al astro de luz. Los rayos de gloria proceden de Dios, son algo del Señor y regresan siempre a su origen. De modo que el todo es de, en y para Dios, y el Señor es el comienzo, el centro y el final de todo."
Jonathan Edwards
Génesis 2: 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo guardase.
Tomando como base Deuteronomio 26: 1-11 todos los pueblos aspiran a lograr y satisfacer sus necesidades adquiriendo bienes que les proporciona los recursos naturales para así vivir de manera más cómoda y feliz, permitiendo la reproducción de los mismos para mantener a una sociedad. Para ello, es necesario partir de un sistema económico de producción agrícola que garantice su supervivencia, tomando en consideración que el hombre se ha dedicado a acondicionarlo para su beneficio, en casi todos los casos abusan de ella.
La actividad agrícola es primordial y de vital importancia para un país, como lo expresa Miguel M. Planas y Luis T. Rois en su libro Agricultura Practica:
“El grado de desarrollo de una nación viene dado por el estado en que se encuentra la agricultura”
La agricultura representa para los seres humanos la principal fuente de alimento, es un tema fundamental para nosotros hoy día. Esa misma grandeza e importancia que describe el autor antes citado, se lo hace saber Dios a su pueblo en el verso 5: Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;[1]
Por eso me ocupo de este tema tan significativo, que también nos ocupa como hijos de Dios y herederos de un pueblo que escogió Dios, desde la creación del mundo.
Hoy día todos los países están haciendo grandes esfuerzos para producir sus alimentos, como aparece en la Biblia en tiempos de Moisés. A mi parecer no ha cambiado mucho las practicas de aquel entonces hasta nuestros tiempo, claro está, hoy día se ha incrementado más la producción y por supuesto se ha tecnificado, esto con la intención de obtener mejores y más productos. Cuando vamos a la Biblia, nos encontramos que Dios le da instrucciones claras a Adán de labrar y administrar la tierra en Gn. 2:15, Pero resulta muy interesante lo que sucedió con Caín y Abel en Gn. 4:2, el primero labrador de la tierra y el segundo cultivador de ovejos, ¿Por qué resulta interesante?, porque nos da el dato de todo un comienzo de la agricultura, uno, encargado de un sistema de producción animal, y el otro, de un sistema de producción vegetal, es un principio básico dentro de la agronomía hoy día. Abel, Abraham Gn. 13:2, Lot Gn. 13:5, igual que Jacob y sus hijos se dedicaron a la producción animal, ganado bovino, caprino y ovino como proceso esencial en el paso de un sistema de recolección, las primitivas sociedades eran entonces cazadoras-recolectoras.
Caín según Gn. 4:2, era horticultor y Noé Gn. 9:20, era vinicultor, el rey David (1 Cr. 27:26) tenía una hacienda en la que se dedicaba a la agricultura, el rey Ozías (2 Cr. 26:10) sembraba la tierra, es decir, todos ellos escogieron el sistema de producción vegetal, los hallazgos encontrados en el valle del Jordán dan como resultados siembras de cereal y legumbre como iniciación a la actividad agrícola como tal, se dice que lo primero que se sembró fue el higo.
Pienso a partir de los versículos antes estudiados, que Dios desea que vivamos en una nación organizada partiendo del campo como ejemplo de sociedad, además establece la importancia de la nutrición en beneficio de nuestra salud que garantiza una mejor calidad de vida.
Una nación organizada se reconoce porque se autoabastece. Las festividades era una manera de (ej. Dt 16.13–17) recordar lo que Dios les instruyó, de donde venían y para qué estaban allí, por supuesto las festividades tenían como intención principal acercarlos a la presencia de Dios. De todo esto se desprende una serie de estatutos de respeto a la propiedad privada que debía de estar consientes de manera implícita en sus corazones.
En los actuales momentos se les llama kibutz, son comunidades organizadas en la que giran todo en relación a la agricultura y su comercio.
En conclusión el pasaje trata de cómo se organiza un país a partir de la actividad agrícola. El compartir es recordar quién es el proveedor de las cosas respetando la vida de los demás.
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